Inicio, desarrollo y fin de la Guerra de Corea.


Guerra de Corea, un paso más hacia la Guerra Fría. 

La Guerra de Corea puede considerarse el primer conflicto armado que dio comienzo a una de las mayores guerras entre ideologías que ha vivido la historia de la humanidad, la Guerra Fría. Corea era una región que se encontraba bajo la invasión japonesa desde el año 1910, pero, con el fin de la Segunda Mundial y con la derrota japonesa, ésta pasó a estar en manos de Estados Unidos y la URSS.
 
En 1945, una vez concluida la Segunda Guerra Mundial, ambas potencias deciden dividir Corea (fijando la frontera en lo que se conoce como el paralelo 38º, que va a ser el escenario principal donde se va a desarrollar este conflicto): Corea del Sur, que sería la zona de ocupación estadounidense, y Corea del Norte, que sería la zona de ocupación rusa.

 Antes del estallido del conflicto propiamente dicho, la tensión entre ambas zonas del país fue en aumento desde el momento de la división. Esto sucedió así debido a que tanto Estados Unidos (país defensor del capitalismo) como la URSS (país defensor del comunismo) percibían como una amenaza tanto el desarrollo de ideología como la presencia del adversario en sus respectivas zonas de Corea. Esta tensión creció hasta llegar al día 25 de junio de 1950, momento en el que las tropas norcoreanas invaden Seúl, la capital de la zona sur. Antes de esto, ambas potencias habían llevado acabo diversas actividades con el fin de evitar la propagación de la ideología del contrario. Podemos señalar, como ejemplo de la acción estadounidense, la instauración del Plan Marshall, que fue un plan de ayuda estadounidense a las potencias de Europa Occidental para contribuir, supuestamente, a la reparación de los daños provocados por la guerra, aunque también podría considerarse una táctica para frenar la relativa difusión de la que gozaba el comunismo en Europa.
En el momento en el que se produce la ocupación, Estados Unidos manda tropas a Seúl, consiguiendo forzar el retroceso de las tropas soviéticas más allá del paralelo 38º, hasta llegar a la capital norcoreana, Pynogyang. Ante la inminente posibilidad de una victoria estadounidense y el miedo por la expansión total del capitalista, China decide enviar refuerzos a las tropas soviéticas, provocando, nuevamente, el retroceso de las tropas estadounidenses hasta Seúl. 

Una vez China toma partido en el conflicto, éste puede resumirse, básicamente, en continuos avances y retrocesos de las tropas a lo largo de todo el territorio coreano y en continuos conflictos y tensiones entorno a la frontera que, no solo divide geográficamente el territorio, sino que puede considerarse un símbolo de la contraposición de ideologías y principios sociales (entre ambos territorios podemos señalar diversas diferencias sociales como, por ejemplo, la libertad de configuración del pensamiento propio de la que se goza en Corea del Sur, pero de la que carece Corea del Norte) en él. 

El fin de la guerra estuvo marcado por la amenaza estadounidense, y concretamente del presidente gobernante entre el 20 de enero de 1953 y el 20 de enero de 1961, Dwight D. Eisenhower, del uso de armas nucleares si la guerra no concluía con la redición de las tropas chinas y norcoreanas. Siendo esto así, ambas potencias se rinden poniendo fin a la guerra. 

Las principales consecuencias de este conflicto son las altas cifras de muertes, que se calcula que rondarán los tres millones y medio entre todas las potencias participantes en el conflicto, y la división total entre ambos partes del territorio en el ámbito económico, político, social, ideológico y, por supuesto, geográfico: Corea del Norte queda supeditado a un régimen político socialista, dictatorial y de economía nacionalizada y Corea del Sur siguió un sistema capitalista, democrático y beneficiado por las relaciones económicas establecidas  con Japón y Estados Unidos.

 El hilo argumental de este conflicto fue principalmente estudiado a través del siguiente enlace: GUERRA DE COREA.

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