La Guerra Civil.


Un hecho que cambió España,

La Guerra Civil española se inicia el día 18 de julio de 1936 (comienza el día 17 en Melilla) y en ese momento se produce la ruptura y la destrucción de todas las instituciones y costumbres establecidas por los gobiernos de la Segunda República. La guerra fue producto de un golpe de estado parcialmente fallido (triunfó con éxito en los protectorados del norte de África, Ceuta y Melilla y en parte del norte de España, pero falló en otras zonas, como puede ser, por ejemplo, Madrid) dirigido por el general Mola (bando nacionalista). 

Siendo esto así, nos encontramos con dos bandos totalmente contrapuestos: los nacionales que, siguiendo recomendaciones de Emilio Mola, crean un estado autoritario y militarizado, y los republicanos, que quedan a manos de comités obreros organizados por los partidos que no estaban sometidos a ningún tipo de poder centralizado. 

                Una de las notas características de le Guerra Civil española es la gran represión a la que ambos bandos se sometían mutuamente. Por un lado, la represión del bando nacional se centró principalmente en militantes obreros, mientras que, por otro lado, el bando republicano reprimió a las clases adineradas y a las personas manifiestamente religiosas (principalmente clérigos y personas dedicadas al celibato y la oración).

                El desarrollo, propiamente dicho, de la guerra se inició junto con el avance de las tropas nacionalistas hacia Madrid. Estas tropas fueron trasladadas desde el continente africano a la Península Ibérica gracias al puente aéreo organizado con aviones italianos y alemanes. Durante este periodo de avance, podemos destacar, con carácter general, dos logros apuntados a favor del bando nacionalista y que, a la larga, serían determinantes para la conclusión del conflicto en favor de tal bando: la conquista de Badajoz, llevada a cabo por el general Yagüe, y la liberación del Alcázar de Toledo. 

                Después de estas hazañas, el siguiente objetivo fue Madrid, pero debido a la oposición de los ciudadanos obreros y a las ayudas ofertadas por países con regímenes comunistas, como podía ser Rusia, la conquista de la capital tuvo que aplazarse. Como respuesta su primer intento fallido de conquista, el bando nacionalista decide dejar el ataque frontal de Madrid y cercar la capital, atacando a las zonas más débiles que se encontraban bajo el control republicano (esta decisión supuso la toma de Málaga, de la zona norte de España que había quedado aislada del resto de la Península, la zona del Ebro y Teruel, etc). Finalmente, tras la conquista de Barcelona y de la frontera con Francia, las divisiones internas se fortalecieron en el bando republicano y el coronel Segismundo Casado dio un golpe de estado contra el gobierno republicano de Juan Negrín, facilitando la entrada de las tropas nacionalistas en Madrid después de que Franco exigiera la rendición total.

                Las consecuencias de este conflicto fueron diversas y de distintas índoles, pero sin duda las de mayor calado fueron las consecuencias económicas y demográficas. La Guerra Civil española, así como la posterior posguerra y desarrollo del régimen franquista, supuso casi medio millón de muertos y cuatrocientos cincuenta mil exiliados (la mayoría de los exiliados luchaban a favor o defendían al bando republicano y realizaron sus movimientos migratorios entre enero y febrero de 1939). Por otro lado, económicamente supuso la destrucción total de todo el tejido industrial del país, lo que provocó que la economía tornara en fundamentalmente agraria de nuevo (estas consecuencias, junto con la incapacidad histórica española de llevar a cabo un crecimiento concorde al crecimiento europeo, todavía hoy, y desde el fin del régimen franquista, son palpables como consecuencia de diversos hechos como que, cuando ha llegado un momento de crisis financiera y económica, España es uno de los países que más dificultades ha sufrido para conseguir la reavivación económica), y se extinguieron las reservas de oro del Banco de España debido al aumento de la deuda pública exterior derivada de la ayuda prestada por parte de Rusia.

                Sin embargo, y para concluir, éstas no son las únicas consecuencias derivadas de la Guerra Civil, sino todo lo contrario. Actualmente, podemos observar que todavía hoy es un asunto que genera una gran división en la población española y que es un tema que se utiliza como justificante para criticar destructivamente y menospreciar a todas aquellas personas cuya ideología, semejante a la de un bando o a la de otro, resulte contraria a la ideología propia, aunque hayan pasado ya 80 años desde el fin de la Guerra y aunque puede que sea el momento de dejar atrás las viejas heridas provocadas por conflicto que debería de quedar muy lejano en nuestras mentes.

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