La Revolución Industrial, una era de crecimiento económico y tecnológico.



En primer lugar, tenemos que determinar que la Revolución Industrial es uno fenómenos económicos y tecnológicos que, junto con la globalización, con la guarda una estrecha relación (la globalización tal y como hoy la conocemos no hubiera sido posible de no ser por los avances tecnológicos que se desarrollaron durante la época de la Revolución Industrial), que más ha condicionado el desarrollo económico y humano a lo largo de la historia. Podemos destacar, por ejemplo, que toda la circulación de bienes y factores productivos que actualmente existe como consecuencia de la globalización, nunca hubieran sido posibles sin los avances en transportes que surgieron en torno a la Revolución industrial.
La Revolución Industrial produjo efectos de inconmensurable magnitud a raíz de un sencillo hecho concreto, la utilización de maquinarias. La utilización de maquinarias permitió, principalmente, que el coste de producción de cada una de las unidades generadas fuera menor y que el tiempo en el que se produjeran esas unidades de producto fuera también menor. Esto quiere decir que, o bien se podía obtener una producción mucho mayor en el mismo tiempo y por el mismo dinero que antes, o bien se podía obtener la misma producción en menos tiempo y por menos dinero.
Esto provocó que los niveles de riqueza generados en los países en los que se aconteció este fenómeno (en Europa Occidental en general y en Gran Bretaña en concreto) creciera considerablemente. Esto, a su vez, provocó que las acumulaciones de capital en estos países tentaran a los ciudadanos a la creación de grandes empresas que iban a ser dedicadas a la generación y puesta en práctica de ideas que pudieran satisfacer distintas necesidades en el mercado (siendo esto lo que más tarde se conocería como el estado de bienestar).

Además, la creación de grandes empresas en estos países también tuvo efectos positivos en el ámbito bancario, debido que estas empresas, para poder llevar a cabo la actividad que se propusieran en el mercado, necesitaban financiación, una financiación que vendría dada a manos de los créditos bancarios. Estos créditos bancarios bien podrían haber sido considerados como una inversión por parte de los bancos en aquella época, debido a que dichas vías de financiación permitieron, después de un determinado periodo de tiempo, unos beneficios que nunca hubieran podido imaginar.
Todo esto, tomado en conjunta consideración, provocó una transformación total de los procesos productivos, por lo que entró en consideración una nueva rama de la Revolución Industrial, las comunicaciones y los transportes.
La Revolución Industrial en el transporte viene marcada, principalmente, por la creación del barco de vapor y del ferrocarril. La del ferrocarril sin duda fue una de las empresas que mayores beneficios generó en el siglo XIX. Su principal consecuencia era una facilidad nunca vista en el traslado, tanto en forma de importaciones como de exportaciones, de todas las mercancías que pudieran resultar necesarias en distintos procesos de producción, además de la creación de rama de mercado totalmente inexplorada hasta el momento como era el mercado ferroviario y todo lo que éste conllevaba (producción de vías, obras para adaptar las rutas, producción de locomotoras, etc.).
Por otro lado, otras de las características más marcadas de la Revolución Industrial es la emigración. La Revolución Industrial coincide con la primera gran oleada de emigración acontecida entre 1820 y 1914. Además, podríamos afirmar que este aumento de la emigración surge como consecuencia directa de las mejoras en las comunicaciones entre regiones, mejoras como la construcción de carreteras.
Finalmente, todas estas mejoras en la economía provocaron que las ciudades se multiplicaran tanto en producción, como en tamaño como en población y el auge de lo que en la época fue un modelo económico innovador, el capitalismo, que dejó obsoletas las formas de organizar la vida económica que se venían desarrollando desde el feudalismo. 

Ángel Ruiz.

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